La pavlova es una delicada tarta hecha con merengue y decorada con nata o crema y fruta fresca. En este caso, he elaborado una pavlova de frutos del bosque (fresas y arándanos) y nata montada. Es una experiencia gastronómica que combina texturas y sabores de forma magistral: el dulzor del merengue, crujiente por fuera pero suave y ligero por dentro, la esponjosa nata y el frescor con un toque ácido de las frutas.
El nombre de la tarta es en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova tan delicada y ligera como su homónimo dulce.
Tengo que reconocer que debido a su aspecto majestuoso me daba un poco de miedo preparar una Pavlova. No podía estar más equivocada, es sencilla y rápida de preparar.
INGREDIENTES
- 5 claras de huevo.
- 250 g de azúcar glass.
- 2 cucharadas de maicena.
- 1 cucharada de vinagre blanco.
- 1 cucharadita de vainilla.
- 200 ml de nata para montar.
- 1 cucharada de azúcar glass.
- Frutos del bosque frescos.
PREPARACIÓN
- Dibujamos un círculo sobre papel de horno.
- Batimos las claras en un bol pintado con vinagre. Sin dejar de batir añadimos el azúcar poco a poco. Luego la maicena, el vinagre y la vainilla.
- Con una cuchara formamos bolas de merengue siguiendo el círculo marcado. Rellenamos el centro con el resto.
- Horneamos arriba y abajo a 130°por 60 minutos. Luego abrimos la puerta el horno y la dejamos enfriar.
- Montamos la nata añadiendo una cucharada de azúcar. La ponemos por encima del centro de la Pavlova.
- Coronamos con los frutos rojos.